No al pasarelus interruptus

Hace poco más de un año que cree un grupo en Facebook con este título. Y es que allá donde vaya siempre tengo la misma lucha.

A continuación , os muestro la conversación escrita que he mantenido con la Diputación Foral de Bizkaia al respecto:

 

Estimados miembros del departamento de Medio Ambiente,,
Como ciudadano con movilidad reducida, quiero felicitarles por el servicio prestado en las playas, para que personas como yo podamos bañarnos. Es algo que nosotros lo agradecemos enormemente.
Sin embargo, resulta incomprensible la escasa longitud de las pasarelas de madera. Yendo en silla de ruedas, representa un grandísimo esfuerzo llegar a la orilla. Tanto para los profesionales que nos bañan, como para nuestros acompañantes y nosotros mismos, es esencial alcanzar la orilla con cierta comodidad. Aparte de las de madera, existen unas esterillas de plástico que también facilitan mucho los desplazamientos.
Por otra parte, en cuanto al calendario de este programa, pienso que sería muy lógico que la fecha de finalización coincidiría con la de la temporada de playa, para lograr una plena igualdad de oportunidades.
Esperando que tengan en cuenta mis observaciones, les saluda atentamente,
La respuesta ha sido la siguiente:

En primer lugar, queremos agradecerle éstas y todas las quejas y sugerencias que ciudadanas y ciudadanos como usted nos realizan con el objetivo de mejorar el servicio que pretendemos dar en las playas de Bizkaia; tenga la seguridad de que las recibimos de buen grado, las analizamos y, de verse convenientes por parte de nuestros técnicos y responsables, las tratamos de aplicar en cuanto podemos.

En el caso concreto que usted nos plantea, indicarle que la línea general de actuación del Departamento es colocar las pasarelas de madera de forma que faciliten la accesibilidad al mayor espacio playero y a la generalidad de los usuarios, con especial atención a las personas de movilidad reducida. También se busca acercar lo máximo posible al usuario a la orilla pero, hay que contar con las limitaciones físicas y meteorológicas del terreno y, en especial, tener en cuenta la línea de pleamar, tanto la ordinaria como la extraordinaria que pueda darse a consecuencia de fenómenos extremos como galernas, temporales, etc., y que podría causar daños a la propia pasarela a la vez que convertir a ésta en un peligro.

Además, es de reseñar que nos encontramos ante un espacio natural, a pesar de estar fuertemente humanizado, y, por tanto, la intervención en el medio no puede ser ni muy dura, ni muy intensa para intentar salvaguardar en lo posible los valores naturales y no “desnaturalizar” el entorno. En todo caso, la accesibilidad a estos entornos no puede alcanzar el alto grado y la enorme comodidad de, por ejemplo, instalaciones de tipo urbano, aunque, desde luego, el margen de mejora es amplio.

En cuanto al calendario del programa de baño asistido, se ha remitido su razonable planteamiento a los técnicos y responsables de la Sección de Playas de este Departamento de Medio Ambiente, para que vean la posibilidad de establecerlo para las próximas temporadas.

Por último, insistir en que tomamos nota de sus quejas y sugerencias y aprovechar para invitarle a seguir gozando de nuestras playas y a continuar usando sus instalaciones con responsabilidad y respeto

Servicio de Información Ambiental.

Y aquí está mi contestación:

Antes de nada, quiero agradecerles su inmediatez para responder a los ciudadanos.

En cuanto la longitud de las pasarelas, puedo comprender los inconvenientes para que estas lleguen hasta la misma orilla. Esperemos que exista algún material que si lo permita. De todas formas, sigo pensando que se podrían alargar bastante más, lo que espero, tengan en cuenta para la próxima temporada.
Sin embargo, con lo que no coincido es con el argumento de que se desnaturaliza el entorno. Me parece demagógico e intransigente. Las papeleras también desentonan, pero ahí están porque son necesarias.
Hay cosas a las que se puede renunciar. Además, estamos hablando de algo utilizado por todos.
Estando en la playa me dedico a observar, y puedo asegurar que la inmensa mayoría de la gente las utiliza.
El entorno se desnaturaliza mucho más con la pésima imagen que da el ver a unas personas intentando mover una silla de ruedas por la arena.
Por ello, les aconsejo no utilizar el último razonamiento que me han dado. De verdad, que no es digno de nuestros días. Con el primero hubieran quedado muy bien.