Intuición automovilística

Leyendo pruebas de coches extraigo mis propias conclusiones sobre cada modelo. Llevo tanto tiempo haciéndolo que consigo, a veces, adelantar las impresiones del que realiza el test oportuno.
Últimamente, con los análisis que más he disfrutado han sido con el del Ferrari 458 Italia. Soberbio, tanto el coche como el propio artículo escrito en la revista AUTOMÓVIL-FORMULA del mes pasado.
Pude sentir todo lo que es capaz de generar esta maquina. Un festival de sensaciones emocionante y brutal para muchos de nuestros sentidos que deseo confiar en que algún día degustaré.
Una gama que creo que esta creciendo en positivo es la de Mini, pese a lo que opinen los más puristas. De un modelo inicial, tan carismático, están evolucionando varias versiones que no desmerecen en absoluto. Especialmente, me apetece la Spider, que viene a romper quizá el diseño excesivamente cuadrado del original, que no reproduce fielmente su capacidad prestacional.
El Spider se me hace un juguete ultra-ágil. Con su corta batalla, su respuesta tiene que ser fulgurante y sus reacciones exigirán permanecer bien atento. He llegado ha pensar que solo le falta la tracción trasera pero, echándole imaginación, me he dado cuenta de que con una longitud tan compacta se iría entero al mínimo sobrevirage –si me equivoco que alguien me corrija-. Supongo que su conducción consistirá en apuntar con el morro y al instante todo el vehículo estará colocado. De todos modos, soltando gas en pleno apoyo, seguramente, se podrá invocar una derapada del eje posterior, solo superada por verdaderos «manitas».
Al Countryman lo veo como la opción más madura. Amplio, aplomado, cómodo, alto, con pretensiones ruteras; pero con el mismo espíritu de precisión y deportividad. De hecho, ahí lo tenemos a punto de ganar el Dakar. Mucho tendría que suceder para que mañana no llegue el primero a Lima.
Y para acabar quiero destacar una berlina de alta gama que puede que pase un tanto desapercibida, pero que la considero, lo que se dice, un automóvil redondo.
No se porque pero me da que el nuevo Jaguar XJ se encuentra por encima de todos los “aviones” Alemanes. Y que conste que soy un fanático del M5. Sin embargo, la versión Superchaged del Británico me transmite, de lejos, algo especial.
Ya me gustaría ver una comparativa entre estos, a la que podría sumarse el Porsche Panamera Turbo.
Yo apuesto por el Jag, aunque puedo confundirme puesto que únicamente me valgo de la información que recopilo y de mi intuición automovilística.