Yo no voto. Segunda parte.

Siguiendo con el proceso de recopilación de todos mis escritos, para queden aquí a buen recaudo, hoy quiero rescatar el primero que me publicaron. Fue en el periódico “Es Diari” de Menorca; su argumento coincide totalmente con el momento que ahora mismo vivimos.

A pesar de que lo escribí hace más de siete años, desgraciadamente, está completamente vigente, por las ideas que expresa.

En 2004, todavía no contábamos con una Ley de Autonomía Personal; sin embargo, cuando, por fin, el Sistema de Protección de las Personas en Situación de Dependencia se encuentra en funcionamiento; el gobierno que lo ha puesto en marcha no merece nuestro apoyo.

Muy agradecidos nos encontraríamos si nos hubiera otorgado una norma seria y moderna, y no una obsoleta y caduca.

Por otra parte, tenemos a los que aspiran a sucederle que, en su papel como oposición, no han sabido criticar –con la enorme afición que tienen a hacerlo- las auténticas debilidades que presenta el modelo institucional que, a todos, nos han impuesto. A lo sumo, han protestado por asuntos de competencias para escurrir el bulto.

Así que, que hacer? Sigo con mi costumbre (que da nombre al siguiente artículo)?

En vista de la idea “popular”, que se está expendiendo entre la sociedad, que lleva por título: «Es que lo han hecho muy mal»; parece probable que, los que dicen tener soluciones para todos los problemas internacionales, lleguen al poder.

En esa circunstancia, lamentablemente, no les veo capacitados para afrontar la dichosa crisis sin privatizar hasta el sol de la playa o días como el de hoy, que me invitaba a zambullirme en un mar liso como un plato; no he podido hacerlo porque el servicio de baño de la Diputación solamente opera en Julio y Agosto.

Por eso, repito de nuevo, que hacer? Quien tendría lo que hay tener para actuar con las ideas claras y terminar con la crisis de valores que lleva priorizar el fomento de una lengua, subvencionando los doblajes, por encima de servicios sanitarios o sociales?

Aunque me siento bastante identificado con las ideas de uno de los candidatos, creo que finalmente haré honor a mi posición de siempre; a continuación, queda descrita en el comentado artículo:

Yo no voto, tengo 29 años, nunca lo he hecho y pienso que seguiré así, mientras nadie hable de los problemas que afectan a 3,5 millones de ciudadanos discapacitados en nuestro pais. Soy licenciado en derecho y estoy llegando a la conclusión de que todo lo que dice la constitución es mentira. Por lo menos para los mas débiles. Para los que no nos podemos valer por nosotros mismos no existe ni la igualdad, ni la libertad, ni el principio de libre desarrollo de la personalidad, ni el de autonomía personal, a pesar de parecer estar hechos a la medida de  nuestras necesidades.
Sin embargo no se cumplen, el famoso estado de derecho y del bienestar no funciona, su misión que en teoría es amparar a sus ciudadanos compensando las desigualdades para que todos ejerzamos nuestros derechos por igual, no se da. Es en nuestro caso cuando esta finalidad se tendría que hacer notar.
Pero por el contrario, al gobierno no le interesa como vivimos, nuestras necesidades, ni en manos de en quien estamos.
Como mucho, cuando nos quedamos sin ningún familiar, nos meten en alguna residencia a saber en que condiciones. A parte de la insignificante prestación con la que es imposible vivir, comer, comprar sillas de ruedas y aparatos ortopédicos, adaptar el coche por valor de mas de 6000 €, contratar a un asistente personal, etc.
Y es que el problema es muy serio, hay personas que no pueden salir de sus casas que no se pueden relacionar, gente joven que hacen vida de personas de setenta años que es la edad de sus padres quienes a penas pueden atenderles. Sin poder tomar decisiones sobre su vida, viendo como esta pasa sin poder elegir entre las diversas opciones que se plantean.
Y todo esto mientras en otros países como Holanda o Bélgica personas con dificultades similares gozan de unas vidas muy dignas con un alto nivel de independencia. Los gobernantes de este país deberían aprender de sus colegas europeos. Despues de un año entero, supuestamente dedicado a la discapacidad, el gobierno obtiene como resultado dos leyes que no hacen mas que perjudicarnos.
Por una parte, la ley de igualdad de oportunidades que otorga un plazo de 17 años para que la accesiibilidad sea exigible en todos los lugares, tanto publicos como privados. Mientras que la LISMI ya abordaba este asunto hace mas de veinte años antes.
Otra reforma, que deberia catalogarse autentico escandalo, es la incompatibilidad entre la pension por orfandad y la prestacion por hijo minusvalido mayor de 18 años a cargo.
Se trata algo inaudito en unos tiempos en que tanto se presume de querer trabajar por nuestro bienestar.
Por tanto, la conclusión que se deduce es que vivimos en una selva en donde el mas fuerte gana, tiene derechos, accede al trabajo y a la vida social, y en definitiva desarrolla su persona. La ley de la seleccion natural sigue vigente.