No sé sobre que escribir. Podría ser sobre el último fin de semana que he pasado por Hondarribia y Tolosa con la Fekooadrilla, pero tampoco ha habido nada importante como para destacar por aquí.
Durante estas escapadas tengo varios altibajos. En muchos momentos, siento una gran frustración por no realizar un plan más dinámico y semejante al que hace cualquier otro grupo de gente joven.
Habrá razones, por ejemplo, para que después cenar no se pueda salir a dar una vuelta por el pueblo, pero a mi se me hace resistible de aceptar. Entonces llego a la conclusión de que soy yo el que no encajo en este programa, que necesito organizarme por mi cuenta, elegir e improvisar sobre la marcha.
Sin embargo, a medida que pasan las horas van apareciendo situaciones que realmente merecen la pena, compartidas con grandes amig@s. Y eso, no tiene precio.
También puedo referirme a la última avería de mi Salsa. Le ha salido un fuerte crujido y no sé si se habrá debido a apretar demasiado los anclajes del bus o de bajar algún inevitable peldaño. En la ortopedia, me han dicho que lo han solucionado, pero al llegar a casa sigue «crujiente».
El caso es que por una cosa o por otra, hago bastantes visitas al «taller». El Jueves, sin ir más lejos, también la llevé a cambiar el fuelle de joystick. Estaba roto, como ya le ha pasado en varias ocasiones más y, al quedar al descubierto el mecanismo, le entraban cosillas que accionaban la palanca.
La Quikie Salsa M me ha dado una autonomía y una agilidad increíbles pero, hay que reconocer que requiere un mantenimiento exagerado.
Aquí está un resumen de las incidencias, ahora que le falta poco para cumplir dos años:
– El fuelle del Joystick se rasga con frecuencia.
– Cambiar todos los tornillos del soporte del Joystick.
– Cambiar tela del respaldo.
– Los reposa brazos se bajan cada dos días y hay que ajustarlos.
– Las ballestas de la suspensión se partieron casi a la vez.
– La sujeción de las plataformas de los pies se salían al mínimo toque frontal, por lo que hubo que fijarlos.
– Debajo del asiento, salió otro crujido.
– Las almohadillas de los reposabrazos se han tenido que cambiar las dos.
– También he cambiado varias palomillas, arandelas, etc.