Boccia 2.0

Como un piloto que es invitado a probar un Fórmula Uno por primera vez. Así me sentí el pasado sábado, en la concentración de la Selección Vasca de Boccia.

Boccia
Frente a la tercera de España.

Tenia ganas de jugar con una buena canaleta de competición, y la experiencia no pudo ser más positiva, marcando varias «vueltas rápidas», poco tiempo después de iniciar la toma de contacto y tras el cursillo de nivel avanzado que me impartió el seleccionador.

Además de contar con un buen «cañon de precisión», para competir seriamente hay que hacer algo más que apuntar y disparar.
He aprendido que las bolas blandas son más controlables -sobre todo en distancias cortas- y más inamovibles para el contrincante (Siempre que contemos con una canaleta potente para cuando haga falta lanzar con fuerza).

También fue nuevo para mi, el numerar las bolas. De esta forma, el jugador tiene conocimiento de cual corre más y cual menos, utilizándolas en función de la necesidad de cada jugada. Incluso se marcan en el lado en el que la bola va más derecha al ser lanzada o ,en la canaleta, a que altura se lanza el saque.

Boccia.
Yo jugaba con rojas, jeje.

Estos y otros tantos detalles, minuciosamente estudiados, son los que hacen que los «Pros» marquen las diferencias. Ya digo que, en poco rato, estaba haciendo unos lanzamientos increíbles. Las bolas iban rectitas, directas a la blanca y se quedaban juntas haciendo una piña entorno a la diana.

Lástima que como en todo, en la vida dependiente, haya que contar la voluntad de los demás para decidir las metas que deseas marcarte. Porque ahora me he convencido de que con los medios necesarios podría aspirar a subirme a muchos pódiums.

Ya me he puesto ha buscar la manera de conseguir una buena canaleta, pues ojala que para todos los aspectos de la vida existiese alguna alternativa accesible que proporcione unas sensaciones  equivalentes, como ocurre con la boccia respecto a otras competiciones que me apasionan.

Boccia.
Jugando por equipos.