Arbobiada

Arboleda
Plaza de la Arboleda

No es que me guste contar mi vida, pero ayer en La arboleda me llevé una grata sorpresa a ver lo bien adaptado que se encuentra este pintoresco lugar.

Existen rebajes desde el parking de abajo (algún fortuito pero efectivo). En su plaza, dispuesta en diferentes alturas, el visitante dispone de rampas adecuadamente preparadas para que nadie se quede en una esquina.
Curiosear por sus calles estrechas también es algo totalmente factible y entretenido.

Tomando unos potes en la plaza, antes de ir a por las alubias del Casa Sabina, me dieron ganas de darle un premio a este antiguo barrio de Trapagaran, por tener previstas visitas como la mía, aumentando nuestra movilidad.

Para acceder a dicho restaurante no encontré ningún problema (al contrario de muchos otros establecimientos de Bilbao que intentamos visitar horas mas tarde).

La alubiada fue imperial. Poniendo la Salsa de costado a la mesa, porque su altura no permite meterme en el 99% de las mesas, embarque dos platos importantes mas un postre suculento de hojaldre con nata.

Un gran acontecimiento para comenzar el año que se alargo hasta las tanta.
Lo que no pude dejar extenderse fue la sobremesa por la ausencia de un WC adaptado. Menos mal que uno es muy fisgón, y había detectado uno de esos con auto lavado en el mirador, cerca del parking.