Esperando contestación me encontraba, hasta hace una semana, tanto por parte del Ararteko (Defensor del Pueblo Vasco) como de la Diputación de Bizkaia, a cuenta de la queja que les formulé sobre el gran desequilibrio existente, a la hora de conceder la prestación económica para contratar Asistencia Personal, entre las tres provincias de la Comunidad Autónoma Vasca.

En el caso del Ararteko, mediante una carta, me comunica que este asunto lo ha incluido en el informe anual que va a presentar este mes al Parlamento o al Gobierno Vasco (ahora me ha entrado la duda y no puedo coger el escrito impreso).
Su intención es marcar el objetivo de garantizar la igualdad de acceso a los servicios sociales para todos los habitantes del País Vasco y evitar cualquier desventaja por residir en uno u otro Territorio Histórico.
Justifica que Gipuzkoa haga una interpretación más amplia de la Asistencia Personal porque hace hincapié en el tercer aspecto del Art. 19 de la Ley de Autonomía Personal, que habla de una » vida más autónoma en el ejercicio de las actividades básicas de la vida diaria». Algo que me ha sorprendido. No sabía que esta finalidad quedaba al arbitrio de cada Diputación. Si es así, ¿porque no se fomenta mucho más?

Desde la Diputación también me han llamado para responder a mi queja a través de una reunión, que finalmente hemos pospuesto, a la espera del efecto que conlleve el informe del Ararteko.

Todo esto, junto con las palabras del Director de Dependencia de Bizkaia, que comenté hace poco, hacen pensar que las cosas no van mal encaminadas.
Sin embargo, los problemas grandes e importantes pueden resucitar o mutar como el más malo de la película. Porque, pongámonos en el caso de que lo conseguimos. ¿Qué pasaría con quienes han dedicado toda su vida a defender nuestro día a día?, ¿qué les queda?

Ahí es donde se pone a prueba un verdadero Estado del Bienestar.

Aunque se me de mal, no me cansaría de «aplaudir» a las personas que se mueven en esta dirección