Siempre hablo de mi Salsa, pero la última fiesta reciente la he surcado con la manual (Quickie Easy Max), y la verdad es que dio mucho juego.


Creía que iba a estar muy apalancado, pero surgieron muchas divertidas hazañas (la de las imágenes sólo es un modesto ejemplo) y alcancé alturas impensables para la motorizada.

Con un paraguas de la Barbie, una lata aplastada, a horas intempestivas, y en compañías animadísimas; pasan cosas como esta.