Ignorante envidia.

Desde hace ya algún tiempo, me vengo dando cuenta de que, a ciertas mentes «sencillas», les cuesta entender e incluso les molesta que las personas en desigualdad de condiciones se nos tenga alguna consideración.

Véase las plazas de parking para personas que nos empeñamos en aumentar nuestra reducida movilidad o, por ejemplo, las zonas que se habilitan para poder ver conciertos sin que nadie se te ponga delante, interfiriendo en tu contacto visual con el escenario.
Más de una vez, me han dicho «jo! Que suerte tenéis». Lo que no sé es si tomármelo a risa o aconsejarle que se corte una pierna para gozar de mis mismos «privilegios». En sus manos está.

Antes de ayer estuve, con el grupo de la Cruz Roja de Getxo, viendo el concierto de Malú en las fiestas de Bilbao.
Se había preparado un recinto para que los usuarios de sillas de ruedas tengamos oportunidad de disfrutar del espectáculo.

Pues bien, al otro lado de las vallas se podía percibir la ignorancia de ciertos zombies con ganas de saltarlas, al no entender porque ellos no podían estar allí. Alguna criatura descerebrada intento colar a sus cachorros y al impedírselo lanzó un ataque que prefiero no reproducir.
Fue un poco «The Wallking Dead», o «Abierto Hasta El Amanecer» que es más de las mías. Si lo sé, llevo armas benditas, porque se mascaba la invasión en cualquier momento.

Todo para penetrar en un perímetro del que no dejaban salir, una vez de haber entrado -a menos de que renunciásemos a volver-, porque el acceso pasaba por el «Backstage», y la artista no quería paso de gente que se molesta en ir a verla actuar.

Muy mal por Malú. Sí, cantó muy bien pero el sonido no estuvo a la altura de la diva que pretende ser. En cuanto terminó el recital, nos desalojaron para que no coincidamos con ella, después de llevar horas esperándola y matar el tiempo gracias al rico avituallamiento de la Cruz Roja. Si no, nos hubiéramos quedado secos.

Ella se lo pierde.

2 comentarios sobre “Ignorante envidia.”

  1. Que razón tienes Diego!
    Me pareció aberrante que las madres nos dijesen a los acompañantes que si sus hijos no podían sentarse dentro del recinto reservado para silla de ruedas, que nosostros tampoco teníamos derecho y que nos sentasemos en el suelo! Alucinante!! Haber si se creen que no podeis disfrutar de compañia con amigos,que ésto no es un hospital que te tiene que llevar alguien y acompañarte y cuidarte, se trata de tener vivencias como el resto y disfrutar con los tuyos!! Que no se enteran!!! Y son 365 dias al año,no un dia en un concierto que mis hijos se cansan y tienen derechos…lo que tiene que aprender la gente…
    Un saludo primo hermano 😀

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