Primera subida solidaria a Santa Àgueda.

Buenos días desde Menorca !!!, no, no os confundáis Diego no esta en Menorca, (ya me gustaría a mi, ya, tener-lo por aquí ;>). Soy Silvi, hoy mi querido amigo me ha cedido un espacio en su blog, para contaros mi primer contacto con unas sillas ideales para el senderismo adaptado. Se trata de las sillas Joëlette.

El domingo 9 de diciembre, tuve la oportunidad de participar en la primera subida solidaria al monte de Santa Águeda, en Ferreries (Menorca). Un lugar singular y enigmático por su valor histórico (emblema de la Menorca Musulmana) y espectacular por sus vistas paisajísticas.

Estaba nublado y hacia frío, pero no amenazaba lluvias. Unas cuarenta personas, van a compartir con grandiosa generosidad, una mañana de domingo con “Menorca Para Todo”, entidad que organiza el evento, Están en Facebook.

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Cuando llegue al punto de partida acordado, ya estaban montando las piezas de la silla, revisando bien cada tornillo (ante todo seguridad máxima) y ajustando-la a las necesidades del usuario. Así que no la vi completamente plegada, pero he visto fotos, os puedo asegurar que cabe fácilmente en el maletero de cualquier coche.

Me llaman para subirme a la silla y veo la primera dificultad, la transferencia, la Joëlette en posición estática se sostiene a tres patas i el asiento queda a una altura considerable, necesito que me ayuden a subir. Más tarde agradeceré la altura de la silla, por que así sentada, estas al mismo nivel de los que están de pie contigo.

Las primeras sensaciones, sentada ya en la silla, son de verdadera comodidad, asiento y respaldo confortables, reposa-pies y reposacabezas regulables. Me atan el arnés de seguridad. Empieza un gran reto. Subir el tercer pico más alto de Menorca, 264m de altura, pueden parecer pocos, pero la orografía del lugar convierte la excursión en una difícil hazaña.

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Para poner en marcha a la Joëlette, se pliegan y se recolocan en la carcasa de la silla, las tres patas que la sostenían en pie. Una única rueda de aluminio de 16” soporta ahora todo el peso. Tengo plena confianza en el equipo, muchos de los ahí presentes, han realizado un curso de formación en el manejo de la silla.

Además me siento afortunada, el que parece ser el más experimentado y conoce bien la silla, se coloca detrás, en la posición de piloto. Delante, para tirar de la Joëlette, para empezar a movernos, se posiciona un triatleta que participo en el extreme man Menorca 2012. Esto último no es un requisito indispensable, pero sí es necesario cubrir su plaza, ya que estamos ante un vehículo de tracción humana. Vamos, sin motor. Mi compañera de aventura -en la expedición vamos dos Joëlette- va tan maravillosamente acompañada como yo.

A cada lado de la silla, se coloca más gente. Primero para dar más estabilidad -en algunos momentos sí noté que se balanceaba, pero no sentí peligro de caer- y segundo para sumar esfuerzos y superar la pronunciada pendiente del primer tramo del camino.

Aunque acabamos de empezar el ascenso, paramos y reponemos energías. Estamos rodeados de naturaleza, sentimos su aroma, sus sonidos, sus colores, con eso ya me voy feliz a casa. Solo es el principio de una fantástica mañana, en compañía de gente maravillosa.

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Subimos a paso firme y pausado, en un ambiente relajado. El paisaje va cambiando poco a poco, las encinas, acebuches y pinos van clareando, los carrizos ganan terreno, y aparece el campo de Menorca, a vista de halcón. Impresionante belleza. Además contamos con las excelentes explicaciones de un experto conocedor de la zona y su historia.

Ya, muy avanzado el camino, la subida se complica. Terreno con pedruscos y una pendiente descomunal. Ahí, la silla despliega sus armas i el equipo se prepara para demostrar lo que vale. Sacamos cintas de tiro, así 8 o 9 personas se coordinan para avanzar, se escucha el chirrido del freno de tambor de la silla, casi sin cesar. No es fácil coger el ritmo. El terreno resbala y a veces se estorban unos con otros.

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Lo conseguimos, a eso de las 12 llegamos sanos y salvos. Lo celebramos con gritos y aplausos, ha sido un grandísimo esfuerzo, pero entre todos PODEMOS. Desde aquí me gustaría felicitar a la organización por ofrecer estas oportunidades. Y sobre todo lo más importante, agradecer a toda la gente que de forma desinteresada participó en Primera Subida Solidaria “La accesibilidad es cosa de todos”.

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2 comentarios sobre “Primera subida solidaria a Santa Àgueda.”

  1. Que guay Silvi! Me has quitado la idea y te me has adelantado. Hace tiempo que supe de este invento campestre pero de momento, por aquí, no existe la opoortunidad de probarlo. Sin embargo, en esa islita se encuentran cosas inesperadas.
    Yo soy más de motor, pero reconozco que nos puede permitir alcanzar lugares impensables.
    Enhorabuena por la crónica y gracias por tu colaboración. Por fin me puedo ir de vacaciones sin que el blog se detenga, jejeeeeee!

  2. Muchas gracias Diego, ha sido un placer publicar en tu blog, me has ayudado mucho. Desde que te conozco he aprendido mucho contigo, te admiro mucho, y sabes que te quiero mucho.

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