Respiro! No me ahogues.

Hace ahora exactamente una semana estaba circulando por la AP-68 (mi conocida autopista que he recorrido tantas veces yendo a Barcelona) en dirección a Zaragoza. Bueno, concretamente, a Ejea de los caballeros, donde existe un albergue municipal capaz de dar cobijo a toda la Fekooadrilla.

Desde allí pudimos desplazarnos al día siguiente hasta la capital Aragonesa que, personalmente, no conocía y hace tiempo que tenía ganas de hacerlo. Una vez más, me he servido de este programa, de cuyo nombre no quiero acordarme, para transitar con mi Salsa por una interesante ciudad más, hacer y madurar amistades, así como crear recuerdos a base de numerosos momentos divertidos. Por Ejea, también nos movimos el Sábado por la noche, saliendo de fiesta, y el Domingo cuando fuimos a tomar el aperitivo. El “pelotón” de sillas se desplazó sin mayor problema y, únicamente, había que andarse al loro con algún que otro rebaje traicionero o esquivando unos “obstáculos viscosos” que abundaban más de la cuenta. Yo mismo caí en una de esas “minas orgánicas”. Es curioso, pero desde que tengo esta silla, no sé si será porque voy mirando al horizonte al ir más alto, siempre me llevo alguno “puesto”. En Zaragoza anduvimos por los alrededores del Pilar. Una zona peatonal que no presenta, que yo recuerde, problemas para nuestros monoplazas.

Por lo demás, hay que celebrar que contamos con un buen equipo que aporta un ambiente especialmente agradable. Sin embargo, seguimos con un punto negro que desmerece a la organización.

Me refiero a hora del primer día de ir “a dormir” (tal y como lo pone en el planing, a las 23:30). Somos varios participantes los que consideramos que este horario es prematuro, estricto e inadecuado.

Sé que está la reunión de monitores pero, de mientras, unos cuantos de nosotros podemos estar fuera charlando un rato (no por estar en la cama requerimos menos responsabilidad). Sé que no se pueden hacer diferencias; pero, es que somos un grupo demasiado heterogéneo para que se nos aplique las mismas normas. No pedimos barbaridades, somos gente con sentido común y no pretendemos nada descabellado. Simplemente, algo de flexibilidad.

He visto evolucionar mucho este programa y pienso que debe seguir progresando. No sé, a lo mejor, se debería crear un grupo de participantes con capacidad de decisión, para algunos viajes, o plantearse otro programa de turismo con asistencia personal para que personas en situación de dependencia podamos, incluso, hacer alguna escapada al extranjero. Son dos propuestas que le formulo a Fekoor para seguir adelante con la transformación social que desde esta federación nos hemos marcado.

Un comentario sobre “Respiro! No me ahogues.”

Los comentarios están cerrados.