CÓNICAS ADAPTADAS: ALMUÑECAR



Cuando terminas unos cuantos días de superactividad y pasas a un estado principalmente pasivo, te ves  envuelto en una  brava resaca de recuerdos, sensaciones y sentimientos. Es cerrar los ojos y, con la ayuda del cansancio, tele transportarte a jornadas anteriores.   Esta vez con el viaje Almuñécar (Granda), organizado por Fekoor, no podría ser de otra manera. Hospedados en los Apartamentos Turismo Tropical -correctamente adaptados y situados junto a la playa-, disfrutamos de un plan muy completo que fue hecho público desde el principio –algo a destacar en comparación con el primer viaje largo que hice, a Benidorm-, con el que hubo poco tiempo para aburrirse.  Piscina, visitas, excursiones, fiesta, etc.  

Sin duda, la actividad que primero se me viene a la cabeza es la visita a La Cueva de Las Tres Ventanas  en Piñar (centro de la Provincia de Granada). Tiene una profundidad de medio Kilometro con un importante auditorio de una altura –hacia abajo- que cuesta creer. Todo su recorrido consta de un camino de piso liso que podría describirse como perfectamente transitable por sillas de ruedas, de no ser porque alguno de los pasillos se estrechan más de la cuenta, llegando a tener que inclinarte a pesar de ir sentado, o por las inclinadísimas rampas que había  que bajar y subir. Lástima que no dejen grabar. Dentro del grupo –sobre todo la gente mayor- hubo opiniones negativas, incluso con intención de denunciar. La verdad es que se dieron momentos difíciles en que los monitores se vieron apurados para superar las condiciones. Personalmente, disfruté como nunca. Siempre me he quedado con las ganas de entrar en alguna cueva por lo que, para mí, la ocasión se merecía todo mi aprecio. Mi Salsa M se comportó excepcionalmente bajando por aquellos toboganes que, al verlos, supe que había llegado la hora de estrenar el cinturón de seguridad. Sin embargo, en las subidas, con el suelo mojado por las gotas de las estalactitas,  la tracción fue incapaz de encontrar la adherencia suficiente y precisé de ayuda humana para salvar el trance. Me gustaría probar con unos neumáticos de aire –los míos son macizos-.

Por ello, más que pedir que les quiten la “denominación” de lugar adaptado, sugiero que avisen a los visitantes de las circunstancias concretas. Se me ocurre una nueva categoría que podría conocerse como “adaptación arriesgada”, para que los más intrépidos no nos quedemos sin la oportunidad de disfrutar de esta maravilla. Por lo demás, la Quikie se portó a la perfección. Me dio una agilidad tremenda y únicamente me fallaron dos tornillos del soporte del joystick. El material del apoyabrazos no demostró ser el más idóneo por abrírsele un gran agujero en cuestión de horas solamente por clavarle una uñita. Además, al levantar esta parte de la silla queda un saliente peligroso para realizar las transferencias, que me causó una herida precisamente en la zona que apoyo en el respaldo.

Volviendo a la organización, ya digo que se ha notado un avance significativo, convocando reuniones en las que se nos exponían opciones que sometíamos a votación.
No obstante, el famoso fantasma de la hora de ir a planchar oreja sigue pululando, aunque este año el “toque de queda” era algo más llevadero y estaba fijado sobre las doce, las noches que no tocaba salir por ahí.
Aun así, conocer la hora de caducidad de una fiesta, en la que te animan insistentemente a participar, incluso a cantar, es como si te dicen cual va a ser el último de tus días. Vamos! Que corta el rollo bastante.
Estoy seguro que, entre todos, encontraremos fórmulas no tan bruscas que se ajusten a las necesidades tanto de usuarios (aunque resulte un grupo demasiado heterogéneo para generalizar normas) como de monitores (prefiero llamarles asistentes). Dos mundos que se juntan para crear una galaxia rica en diversidad que ha de navegar en busca de la igualdad.
Aunque en ocasiones quede patente lo lejanos que estamos  unos de otros, al igual que en una primitiva sociedad dividida por estamentos. La situación más palpable de ello se da cuando llega el fin de las vacaciones y un grupo gana en libertad mientras que al otro se le reduce casi  por completo.

 

Pero bueno, esto es culpa de una política social arcaica que sigue sin reconocer la necesidad de La Asistencia Personal en la vida diaria, que desde aquí no me canso de reivindicar, y no tiene nada que ver con el tema de hoy.

 

Mi enhorabuena a todos los participantes por el buen rollito que se ha creado. Me daría la vuelta al mundo con vosotros con toda confianza.

Demostración de lanzamiento con flotador.

Diego Lastra.
Autor del blog www.movilidadaumentada.es y administrador de www.foromadex.net

Un comentario sobre “CÓNICAS ADAPTADAS: ALMUÑECAR”

  1. Se me pasó manifestar mi protesta por que a los ocupantes de los pisos con apoyo no se les permita acudir a estos viajes. Personas que antes estaban entre nosotros, que ahora vienen a despedirnos y a recibirnos; y que deberían tener derecho a cambiar de aires de vez en cuando.
    Desde aquí toda mi salidaridad.

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